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Vicente Fernández cumplió 80 años de vida, y lo celebró como más le gusta: rodeado de su esposa, doña Cuquita, sus hijos, Vicente Jr., Gerardo y Alejandro, sus 10 nietos y su bisnieta. Los Fernández no quisieron dejar pasar inadvertida esta fecha, y además de ofrecerle una cena, también organizaron en el Rancho Los 3 Potrillos un torneo de charrería por el amor que le tiene don Chente a este deporte y a los caballos. Así no dejaron fuera a un elemento muy importante en su vida y su carrera artística: el público.
“NO ES PARA QUE SE PONGAN BORRACHOS”
Platíquenos de su nuevo negocio…
Es mi tequila; se llama Los 3 Potrillos y trae mi firma. La idea vino porque todo mundo saca un tequila, yo no me podía quedar atrás.
¿Por qué no lo había hecho antes?
Es que nunca había querido mientras estuviera en mi carrera, pero ahora ya me retiré. No estoy vendiendo drogas; es una bebida para que, en las comidas, se echen un aperitivo, no es para que se pongan borrachos. Que se lo tomen con medida, y que, cada trago que se tomen, se acuerden de alguien que los quiere, su amigo, Vicente Fernández Se va a vender donde sea.
¿Qué significa para usted cumplir 80 años y ser considerado una leyenda viviente?
Es muy difícil recordar tantos años, pero los que viví en mi carrera me los llevo muy adentro de mi corazón. Para mí, el público siempre va a ser como mi familia, porque lo siento como tal.
“EXTRAÑO CANTAR”
¿Qué extraña del público?
Los aplausos. El cariño no, porque siempre me lo demuestran, pero lo que sí extraño es cantar.
¿Cómo se encuentra de salud?
¡Pues vean! Lo que se ve no se pregunta, me siento bien.
¿Qué le quiere decir al público?
¡Muchísimas gracias por ese cariño de tantos años! Los llevo aquí (se señala el corazón) y nunca, nunca podré olvidarlos por tanto cariño que me dieron.
¿Cómo festeja su cumpleaños?
Como todos los días: ¡durmiendo con mi vieja!
MÁS SOBRE EL TEQUILA…
merada y autografiada por el intérprete de Mujeres divinas, y en versión extra añejo y añejo. Además, en la parte interior vienen diversas frases que hizo famosas don Chente, como: “No le chille m’ijo, no le chille”. Por el momento sólo puede adquirirse en la tienda del rancho en Guadalajara, Jalisco, y próximamente lo estará en toda la República Mexicana.
